martes, 31 de marzo de 2009

Los Cien Mil Hijos de San Luis

Tras el final de la Guerra de la Independencia, y la victoria de la alianza angloespañola en la Península Ibérica, Fernando VII volvió a España en busca de la corona que había perdido durante la presencia de las tropas napoleónicas en España.

En España, aún permanecía vigente la Constitución de Cádiz de 1812 (la popularmente conocida como "La Pepa"), que había significado el fin del absolutismo borbónico y el comienzo del liberalismo, pero tras la liberación de Fernando VII llevada a cabo por Napoleón en 1814, el rey destronado volvió a España para recuperar tanto el trono que le había sido arrebatado como para instaurar de nuevo el absolutismo. Pero Fernando VII se encontró en una situación más complicada de lo que creía, e incluso en 1820 se vió obligado a aceptar la Constitución liberal de 1812.


El hecho de que el liberalismo hubiese triunfado en España por encima del absolutismo, hizo que el zar de Rusia se considerara en peligro, por lo que la Santa Alianza, establecida para la restauración de las monarquías absolutas en Europa, llegó a un acuerdo en 1822 por el cual se establecía la invasión de España, con el objetivo de reponer en su trono a Fernando VII.

La denominación del ejército que se dispuso a entrar en España allá por 1823, respondía al nombre de "Los Cien Mil Hijos de San Luis" debido al número de componentes (alrededor de 100.000 personas) y a que pidieron la protección de San Luis para entablar batalla con los liberales españoles.

Los liberales no opusieron casi resistencia, excepto en el caso de Espoz y Mina que, teniendo bajo su batuta a más de 20000 hombres ofreció cierta resistencia a los franceses, en el intento de éstos de arrasar con el territorio español otra vez más en menos de 25 años. Los liberales, que vieron cómo el final de la batalla y por ende, su derrota, se acercaba, decidieron apresar a Fernando VII y llevarlo primero a Sevilla, y definitavente a Cádiz.

La ciudad de Cádiz fue el último reducto liberal a lo largo y ancho de la geografía hispánica que resistió al ataque de las fuerzas absolutistas. Los liberales, conscientes de su derrota, decidieron negociar con los absolutistas un posible fin del conflicto que satisfaciera a ambas partes. Los liberales dejaron en libertad a Fernando VII y entregaron la ciudad, a cambio de que dicho monarca "olvidase" lo sucedido, y respetase la legislativa vigente que se había llevado a cabo durante el trienio liberal, que distaba mucho del punto de vista absolutista que tanto había caracterizado a Fernando VII durante su primer reinado en España.

Fernando VII, tras aceptar el pacto tácito con los liberales, abolió las normas vigentes procedentes del trienio liberal, y ejecutó al líder revolucionario, Riego, como muestra de su llegada al poder y de su capacidad de acción y de mando en el Reino de España.

Desde 1823, Fernando VII volvió a reinar en España hasta su muerte, en 1833. Este periodo ha sido denominado "Década Ominosa" por la mayoría de los historiadores modernos.
Además, Fernando VII ha pasado a la historia como uno de los grandes tiranos de la historia no sólo de España, sino también de Europa, debido sobre todo a la represión que éste llevo a cabo contra los sectores de la población que se posicionaban en su contra, y que izaban la bandera de unos valores que habían nacido en la Revolución Francesa allá por 1789: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

sábado, 28 de marzo de 2009

La joya de la civilizacion nabatea: Petra

La civilización nabatea es una de las civilizaciones más olvidadas en la historia de nuestro planeta, a pesar de que son los artífices de una de las nuevas "Siete Maravillas del Mundo Moderno": la ciudad de Petra.

El origen de los nabateos, se remonta al siglo VII a.C, momento en el cual, este pueblo de origen árabe se instaló en la frontera entre Arabia y Palestina, lugar que había sido ocupado anteriormente por los edomitas. A pesar de la aridez de la zona, los nabateos, que se dedicaron fundamentalmente a la ganadería, han pasado a la historia como uno de los pueblos con mayor habilidad a la hora de encontrar, suministra y conducir el agua en lugares inhóspitos, como era la zona que ellos habitaban hace casi 3000 años. Gracias a esas canalizaciones, tan avanzadas para su época, los nabateos pudieron cultivar extensos jardines y explotar multitud de manantiales además del agua de lluvia, para su utilización.

También dedicaron su tiempo al cultivo de productos artesanos, para lo que utilizaban generalmente cerámica, cuero y vidrio, además de perfeccionar la escritura y la arquitectura provenientes de la capital italiana.

A pesar de que el pueblo nabateo poco a poco fue expandiéndose por los alrededores, no pudieron resistir a la expansión de la potencia colonial del momento, el Imperio Romano, y acabaron claudicando ante las fuerzas imperiales, ya que en el año 106 de nuestra era, el emperador Trajano anexionó el reino al Imperio Romano.

Pero si hoy en día conocemos a los nabateos, no es por otro motivo que por Petra. La ciudad de Petra, en Jordania, como capital del reino nabateo alcanzó su mayor esplendor en el año 50 d.C. Derivado del fuerte misticismo que rodeaba al pueblo nabateo, el cual admiraba a dioses preislamicos e incluso deificarona a algunos de sus reyes, en el complejo de Petra se pueden encontrar muchas estatuas de dioses.

La arquitectura nabatea, estaba tanto influencia por la arquitectura helenística (lugares públicos) como por la arquitectura árabe (lugares privados). Las casas eran bajas, de techos planos, y no tenían azulejos, excepto las casas de las familias ricas, que a menudo tenían mosaicos en su interior.

Cabe destacar la acuciada presencia de columnas en las edificaciones de Petra, ya que éstas servían para separar las diversas dependencias de la ciudad. Además, otro de los métodos arquitectónicos que utilizaron los nabateos, en búsqueda de un mayor aprovechamiento del terreno, fue la construcción de los edificios en las terrazas naturales del valle, y no en calles, como hicieron los romanos.

Como conclusión, es imprescindible aconsejar la visita a Petra, ya que allí, muchas personas se dan cuenta de que la historia del hombre no sólo está marcada por guerras y por la violencia, sino que hubo un tiempo en el que el hombre utilizó sus capacidades para hacer de este mundo un lugar mejor, y dejar para la posteridad una muestra de la inimaginable capacidad tanto constructiva como imaginativa, que desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha demostrado de forma puntual en lugares como Petra, las pirámides de Egipto, el monasterio de San Lorenzo de El Escorial,etc.
Un paseo por Petra y sus incomparables paisajes:

miércoles, 25 de marzo de 2009

La Noche de los Lápices


Durante todo el siglo XX, fueron muchas las dictaduras que se hicieron con el poder en diversos países del mundo. En nuestro país, la dictadura de Francisco Franco duró cerca de cuatro décadas, y demostró a toda la población española y europea lo que una dictadura suponía para el pueblo que la “sufría”.

En uno de los países que guardan más relación con España, como es Argentina, Juan Domingo Perón moría en 1974, acabando así con una férrea dictadura. Pero, la violencia y la corrupción del poder argentino no quedaron ahí, ya que en 1976, se produjo un Golpe de Estado, gracias al cual llegó al poder una nueva dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Esta Dictadura militar, que se prolongó en el poder hasta el año 1983, tuvo en el secuestro y la tortura de sus opositores, uno de los aspectos más característicos de su forma de actuar.

En aquella época, en Argentina cada vez había más estudiantes implicados en la política, y como regla general, se mantenían en oposición a este régimen que tan brutalmente estaba masacrando a sus enemigos. Por ello, el Gobierno fijó en los colectivos estudiantiles uno de sus principales objetivos a erradicar. El 16 de septiembre de 1976, diez estudiantes de secundaria, en su mayoría miembros de la Unión de Estudiantes de Secundaria (UES), fueron secuestrados por fuerzas del Gobierno tras participar en una campaña a favor del boleto estudiantil, o lo que es lo mismo, la reducción del precio del transporte público para los estudiantes.

El Gobierno, que en esos años realizaba continuamente secuestros de jóvenes menores de edad, calificó la acción como respuesta ante el accionar subversivo en las aulas. Tiempo después, sólo tres de esos diez jóvenes secuestraron aparecieron con vida y declararon en contra del Gobierno por las torturas, vejaciones y maltratos a los que se habían visto expuestos por el mero hecho de interesarse por la realidad social del país, y buscar una serie de mejoras dentro del colectivo estudiantil.

Éste hecho, que salió a la luz años más tarde, supuso un gran revuelo en la sociedad argentina, que quedó conmocionada con las narraciones que los sobrevivientes de esta Noche de los lápices hicieron acerca del tiempo que habían permanecido secuestrados. La importancia de éste hecho en la conciencia colectiva de Argentina fue tal que no tardó en estrenarse una película denominada La Noche de los Lápices, cuyo fin era reflejar el dolor que esos jóvenes habían sufrido durante su cautiverio, sólo por su deseo de ayudar a la sociedad.

A continuación, pueden ver un vídeo que homenajea a las víctimas de la dictadura y en especial a esos estudiantes, tristes protagonistas de la conocida como Noche de los Lápices

martes, 17 de marzo de 2009

El padre de la historia

Sí, hasta la historiografía(ARTE de escribir la historia),al igual que todas las corrientes artísticas, tuvo un padre, y éste, no fue otro que el magnánimo Heródoto.

Heródoto nació en el año 484 ac, en la localidad griega de Halicarnaso, motivo por el cual añadió a su nombre la denominación de dicha ciudad. El nacimiento de Heródoto se produjo en una época en la que Halicarnaso se encontraba bajo el yugo del rey persa Jerjes.

Durante su estancia en Atenas, allá por el 447 ac, Heródoto fue formándose poco a poco en el campo de la historiografía, ayudado en gran parte por la incipiente presencia de la sofística en la vida social ateniense. Más tarde, en el año 443 ac, Heródoto participó en la fundación de una colonia panhelénica en la Italia meridional, denominada Turios. En dicho lugar, pero dieciocho años más tarde, Heródoto murió a la edad 59 años. Pero lo que hace de la figura de Heródoto una de las figuras más importantes en la historia de la literatura en general, fue su innovación en el campo de la historiografía.

Su principal obra es Los nueve libros de la historia, que hace un profundo estudio de la historia del mundo hasta ese momento, y que está dedicado a cada una de las nueve musas del mundo griego.


Para reunir todos los conocimientos que fue adquiriendo según transcurría su vida, Heródoto hizo de cada uno de sus viajes una nueva fuente de inspiración y de información para las obras que más tarde escribiría en los que narra con gran precisión el conflicto que mantuvieron griegos y persas en el siglo V ac y que es conocido como las Guerras Médicas. Para realizar esta obra tan extensa, se sirvió de diversos tipos de fuentes:


·Fuentes orales


·Fuentes escritas


Dentro de las fuentes escritas, Heródoto se basó sobre todo en la interpretación de textos escritos en otras lenguas, por lo que a veces obtenía traducciones no del todo fiables; pero también se basó en la literatura de su época, especialmente en los filósofos presocráticos, que en aquella época, iban aumentando su influencia en la sociedad ateniense.

Respecto al método que Heródoto seguía en sus investigaciones, es un método básicamente crítico pero contextualizado en una época con ciertos tabúes de conocimiento, es decir, que promulga multitud de teorías que hoy en día nos pueden parecer un tanto descabelladas, pero debido fundamentalmente al amplio descononocimiento que había en la época de varias disciplinas del conocimiento. Además, su obra está impregnada de cierta religiosidad, por lo que, según Heródoto, es inútil luchar contra el destino que la divinidad nos ha reservado.

El método de Heródoto, tal y como hemos podido comprobar, no era muy fiable ya que se centraba demasiado en hechos anecdóticos y en la facticidad de los hechos, además de basarse en una serie de fuentes que no eran contrastadas. Debido a esto, uno de sus más célebres sucesores, Tucídides, decidió introducir numerosos cambios en la metodología seguida por Heródoto, y entre otras cosas, buscó el análisis metódico del presente verificable y la contrastación de las fuentes.





En cuanto a la lengua y el estilo de las obras de Heródoto, nos encontramos ante la primera obra griega en prosa. El dialecto que utiliza es el jónico, aunque también aparecen reminiscencias áticas y dóricas. El estilo es sencillo, con un lenguaje un tanto arcaizante, y que utiliza una sintaxis bastante simple. También es fácil comprobar cómo la obra de Heródoto bebe de la epopeya, ya que es muy común encontrar, por ejemplo, frases con tinte épico y tópicos.

A pesar de lo incompleto de su obra, Heródoto ha sido visto como un verdadero revolucionario del tratamiento de la historiografía, ya que, a pesar de lo "primitivo" de su lenguaje y sus tratamientos, fue el encargado de dar ese giro a la historiografía que se hacía hasta el momento y prepararla para la importancia que ésta tendría en el futuro.

viernes, 6 de marzo de 2009

El Bienio radical-cedista: de las elecciones de 1933 al Frente Popular

Se conoce como bienio radical-cedista o bienio negro, al periodo de tiempo que va desde finales de 1933 hasta diciembre de 1935, y en el que la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), como resultado de su victoria en las elecciones de 1933, estuvo en el poder, por un lado, apoyando al Partido Republicano Radical (PRR) de Lerroux, y por otro lado, introduciendo a miembros del partido en el Ejecutivo de Lerroux. Como resumen de las elecciones de 1933, cabría destacar varios factores que propiciaron la llegada de la CEDA al Gobierno, y la derrota estrepitosa de las izquierdas españolas:

- La izquierda acudía a las elecciones divididas por multitud de conflictos que durante el bienio azañista, provocaron multitud de escisiones.
- Los sectores anarquistas o de extrema izquierda, llevaron a cabo una estrategia para que sus simpatizantes no acudiesen a las urnas, lo que restó muchos votos a la izquierda
- La derecha española había logrado agruparse bajo las siglas de la CEDA, lo que unido a la gran movilización electoral que llevó a cabo la CEDA, hizo que la CEDA se postulase como el partido más votado.

Pero, tras los resultados de dichas elecciones, el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, se mostraba reacio a la hora de delegar en la CEDA y en su líder, Gil Robles, la labor de formar Gobierno, por lo que dicha responsabilidad le fue adjudicada al líder del segundo partido más votado, el PRR: Alejandro Lerroux. Con esta medida, Alcalá Zamora quería evitar la entrega del poder a la derecha, ya que ésta desvirtuaría el toque moderado y de centro del que tanto deseaba Alcalá Zamora dotar a la República.

Durante la primera fase de este bienio, que va desde diciembre de 1933 a octubre de 1934, el poder fue monopolizado por el PRR de Lerroux, y ningún miembro de la CEDA estuvo presente en el Gobierno. Las dificultades comenzaron cuando estallaron diversos conflictos en el interior del PRR, lo que hizo que Lerroux no gozase de gran consideración por parte del Presidente Alcalá Zamora, lo que precipitó la dimisión de Lerroux. Este momento fue visto por Alcalá Zamora como una oportunidad para colocar al mando del Ejecutivo a alguien de su confianza.

Esa persona de confianza no era otra que Ricardo Samper, lo que fue visto por la CEDA como una declaración de intenciones de Alcalá Zamora, amén de considerar la presencia de Samper como un obstáculo para llevar a cabo la profunda reforma que la CEDA, tras el gobierno de Azaña, creía necesaria para revitalizar España.

En octubre de 1934, la CEDA logró entrar en el Gobierno, ya que Lerroux, que una vez más había sido designado por Alcalá Zamora para formar Gobierno, se vio obligado a introducir a miembros de la CEDA en su Ejecutivo, bajo la amenaza de ésta de retirarle su apoyo en las Cortes. Lerroux, consciente de que la presencia de “cedistas” no sería bien vista por gran parte de la sociedad española, decidió entregar tres carteras del Gobierno a tres de los miembros más moderados de la CEDA. Pero dicha medida no surtió el efecto deseado, y en España se sucedieron multitud de enfrentamientos, entre los que cabe destacar la Revolución de Asturias.

En Octubre de 1934, las facciones más extremas de la izquierda, aunque apoyadas por la izquierda, iniciaron una rebelión en Asturias y en más zonas de España. En Asturias se produjeron cruentos enfrentamientos, y el Gobierno, para sofocar la rebelión, se vio obligado a trasladar hasta allí al cuerpo de Regulares, que bajo la batuta del General Franco, acabaron con la insurrección con una capacidad de acción y contundencia, que meses más tarde acabaría por separar definitivamente al PRR, defensor de simples penas en cárceles, y a la CEDA, que por su parte, defendía la aplicación de la pena de muerte a los insurgentes asturianos. Ante esta nueva crisis en el Gobierno, Alcalá Zamora disolvió las Cortes por enésima vez, y durante un mes, las Cortes permanecieron disueltas.

En este mes, hubo un gobierno extraparlamentario del PRR, en el que los miembros de la CEDA habían sido suprimidos. Pero esta experiencia no dio un buen resultado, y Alcalá Zamora, volvió a colocar a un hombre de su confianza, como era Joaquín Chapaprieta. El Gobierno de Chapaprieta no tuvo larga vida, debido al escándalo del “estraperlo” que sacudió a los miembros del PRR, incluido Lerroux, y que los obligó a abandonar el Gobierno.

En el mes de diciembre de 1935, la CEDA se postulaba en el Gobierno como única fuerza gobernante, pero Alcalá Zamora volvió a denegar el poder a Gil Robles y a su partido, y colocó a Portela Valladares al mando del Gobierno durante apenas un mes. En Enero de 1936, Alcalá Zamora nuevamente disolvió las Cortes, y designó a Portela Valladares como encargado de organizar las elecciones que se celebrarían en febrero de 1936, y que supondrían la llegada al poder del Frente Popular.

Como se puede comprobar, estos dos años que sucedieron al gobierno reformista, constituyeron una gran confusión social, debido a la continua sucesión de fuerzas en el Gobierno, y que pusieron de manifiesto la división que en esa época había en España, y que en julio de 1936, desembocaría en una cruenta Guerra Civil.

domingo, 1 de marzo de 2009

La rebelión de los bóxers


Se conoce por rebelión de los boxers al movimiento insurgente chino que se produjo en China entre 1899 y 1901,y que fue el resultado de una serie de hechos y acciones, que habían sido vistas por los chinos como una amenaza y una humillación.

Las disputas entre Gran Bretaña y China, comenzaron con la primera Guerra del Opio, por la que el Gobierno chino quería ilegalizar el negocio con dicha droga. Por el contrario, el gobierno británico se negaba a abandonar el tráfico y la producción de opio, ya que para ellos representaba una gran fuente de ingresos, por lo que tras varios enfrentamientos, el Ejército chino fue derrotado, y además Gran Bretaña exigió varias condiciones de victoria: cesión perpetua de la isla de Hong Kong a los británicos y permiso de comercialización del opio. Pero éste no fue el último golpe que sufrió el pueblo chino en su orgullo, ya que tanto rusos, como franceses y japoneses (contra éstos últimos perdió otra guerra, en 1895), fueron aumentando su influencia y presencia en suelo chino.

Esta serie de sucesos, fueron vistos por el pueblo chino como una auténtica ofensa, en especial, debido a la pérdida continua de territorios que eran propios y que paulatinamente, pasaban a estar en manos de los extranjeros a los que tanto despreciaban. En este marco de odio y xenofobia, el grupo Yihetuan (denominados bóxers (“boxeadores”) por las artes marciales que practicaban), inició una serie de revueltas e insurrecciones en distintos puntos del país asiático con un único fin: expulsar al extranjero opresor.


Uno de las principales personalidades de la rebelión de los bóxers, fue la emperatriz Cixi, que utilizó a los bóxers como cuerpo de lucha frente al extranjero y frente a los misioneros cristianos que en esa época llegaban a China. Además, Cixi promulgó una serie de leyes favorables a los bóxers, y que favoreció y facilitó la actuación de éstos como medida de choque.

La situación tomó tintes trágicos tras los continuos asedios de los bóxers, que además contaban entre sus filas con algunos soldados imperiales, a las embajadas extranjeras en China. Tras el asesinato, el 20 de junio de 1900, del embajador alemán en China, el Barón Klemens von Ketteler, las potencias extranjeras declararon abiertamente la guerra a China, al igual que hizo el país asiático frente a dichas potencias, lo que supuso que los diplomáticos extranjeros tuviesen que defenderse de los bóxers con sus propios medios, a la espera de la llegada de fuerzas militares extranjeras.


La situación traspasó las fronteras, y debido a las continuas acciones tan sangrientas protagonizadas por los bóxers, se creó un sentimiento antichino en gran parte del mundo occidental. Además, desde el exterior y como respuesta a los ataques sufridos en suelo chino, ocho países (Alemania, Austria-Hungría, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) formaron la llamada Alianza de las ocho naciones, que tenía como fin último la victoria frente a los bóxers chinos. Las fuerzas que dicha alianza desplegó en suelo chino en julio del año 1901, estaban bajo el mando del británico Gaselee, y no encontraron resistencia en su labor por liberar a los diplomáticos que habían sido tan castigados por los bóxers, e incluso tras lograr la liberación de éstos, saquearon y maltrataron a la sociedad china, para así evitar todo nuevo intento de insurrección.

El final de esta rebelión se produjo el 7 de septiembre de 1901 cuando la dinastía Qing aceptó la firma de un nuevo tratado, el Tratado de Xinchou o “Protocolo Bóxer” desfavorable a los intereses del pueblo chino, y que favorecía a las potencias extranjeras.

Esta rebelión ha sido protagonista de multitud de películas y obras literarias. valga como ejemplo este extracto de la película "55 días en Pekín"